martes, 3 de mayo de 2016

El patio de mi cole

Ya estamos en el cole nuevo, pero... ¿Qué ha pasado en el patio? No hay columpios, ni toboganes, hay un arenero muy pequeño para los más mayores, no tenemos juegos pintados en el suelo, de momento solamente tenemos porterías, algunos triciclos y cubos, y los peques un montón de arena.

Desde el Comité Ambiental de nuestro cole (formado por familias y profes, gracias a la participación del centro en el módulo Espacio Público e Intervenciones Urbanas del programa Educar Hoy por un Madrid más Sostenible del Ayuntamiento), ya estamos en ello: no podemos ni queremos esperar a terminar la tercera fase de las obras del cole para empezar a acondicionar nuestro patio.

Los niños y las niñas de todas las aulas han estado hablando y elaborando un diseño sobre lo que quieren que haya en el patio, los profes también hemos hecho una propuesta y las familias han sugerido distintas posibilidades.

Invitamos al Comité Ambiental a unos representantes de niños y niñas de cada nivel, que textualmente nos dijeron: “no tenemos mucho espacio para jugar”, “no tenemos casi nada en el patio”.

Los alumnos de cuatro años de EI: a través de un mural realizado en papel continuo, han dibujado lo que les gustaría tener en cada zona del patio:
En el arenero: casita, toboganes, dinosaurios, cubos y palas.
En la pista: cometas, mesa de pin-pon, colchonetas, ruleta, cosas de Star Wars, casita de muñecas, pelotas, tirolina, triciclos, camiones y grúas.
En el parking: construcciones gigantes, columpios, árboles, troncos, flores, ruletas, tubo para tirarse. 

Los alumnos de cinco años de EI: mediante una maqueta de plastilina han reflejado las cosas que les gustaría tener en el patio:
En el arenero: ruedas
En el porche: circuitos, rayuela
En la pista: rocódromo, pista de baile; balones, redes en las porterías.
En el parking: toboganes, columpios, balancines, ruleta; huerto con árboles y plantas para regar.

Los alumnos de 1º de EP: a través de un dibujo realizado en la PDI, explican lo que quieren para el patio, tras la lluvia de ideas que realizaron  y el diálogo con sus parejas de trabajo, valorando lo que era posible o no. Así, por ejemplo descartaron la piscina y el trampolín “porque a la piscina se va en verano” y es cuando no hay colegio. Y lo que proponen para su patio es:
En el porche: circuitos, un escenario, mesas de pin-pon, coches y trenes, colchonetas.
En las gradas, muñecas, bolos; un huerto; pirámides de cuerdas en las paredes.
En la pista unos zancos.
En el parking: tirolina, puentes, toboganes, ruletas, casas hinchables, parque de bolas, limbo, laberintos, zona de patinaje. 

El profesorado expuso las propuestas a través de un cuento:

“Erase que se era, un equipo de profesores que trabajaban en un colegio con nombre de hombre ilustre, estaban muy contentos porque estrenaban edificio pero, debido a que no había elementos de juego suficiente surgían conflictos en el patio, como querían lo mejor para sus niños, se montaron en la alfombra mágica para viajar al planeta de los cuentos a pedir ayuda para tratar de mejorarlo:
Primero, aterrizaron en el país de las hadas para hablar con el hada de los bosques ya que imaginaban un patio espacioso, con árboles que den sombra cuando el sol apriete, plantas, fuentes, huerto y materiales naturales con los que jugar y explorar, acercando la naturaleza a la gran urbe madrileña.
Luego, llegaron al país de los duendes que son los más juguetones y sabían que les ayudarían a crear un lugar en el que moverse y expresar libremente, ampliando el patio utilizando una zona del aparcamiento o techando algunos de los espacios al aire libre, acondicionándolos con estructuras de motricidad: camino de ruedas ancladas al suelo, pelotas, cuerdas...y materiales de juego variados: grandes piezas para construir, mesas sensoriales, pizarras...creando diferentes espacios que se integren en la programación del centro.
Además, mientras volaban por el cielo, pidieron ayuda al arcoíris para llenar de color los grises muros que rodean el edificio.
Aunque la felicidad de los niños era lo primero para ellos, también pidieron al mago albañil algunas mejoras para facilitar su día a día como: un baño más cerca de la zona de desayuno o asfaltar el parking junto con un vado para poder aparcar en él.
Gracias a esta mágica ayuda, el patio se convirtió en un lugar en el que jugar, reír, expresar y soñar.
Colorín, colorar, este cuento no ha hecho más que empezar.”

Y finalmente, las familias aportaron imágenes sobre posibilidades para realizar en distintos espacios del centro que han buscado en internet, a través de palabras claves, como por ejemplo “espacio creativo”, “escuelas finlandesas”, “fantasía”, “colorido”.  Algunas de las ideas son: pérgolas para crear espacios de sombras,  casas, maceteros, bancos, trenes…hechos con pales, paneles de instrumentos, decoración de las vallas con cintas,…

Esto no ha hecho nada más que empezar, ahora necesitamos vuestra ayuda: Nos vemos pronto para trabajar todos juntos en nuestro patio.

Muchas gracias de parte de todos.

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